“El camino seguro de la libertad es la lucha por la libertad social”.(Manuel Belgrano)
Por Martín Alejandro Ares
Hace unos días se conmemoro el fallecimiento del General Manuel Belgrano, uno de los próceres más respetados y admirados en nuestro país por su destacado labor en la formación de la Primera Junta como vocal, como militar durante la guerra por la independencia de nuestro país ante los ejércitos de la corona española y su rol como intelectual y estadista: hablaba de fomentar la industria, de resaltar la importancia de la educación, de realizar una reforma agraria para aprovechar las tierras en desuso y entregarlas a los agricultores sin tierra.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano González provenía de una familia pudiente, una de las más acaudaladas de Buenos Aires. Domingo Belgrano Pérez, fue un comerciante italiano que tenía bastante relevancia en la sociedad porteña que arribó al territorio en 1751. Unos años más tarde, se caso con María Josefa González Casero, una joven porteña de clase acomodada, cuyo origen familiar provenía de Santiago del Estero.
Si bien el General Belgrano venia de una clase rica, murió pobre debido que sus objetivos eran engrandecer a su Pueblo y el bienestar general. Desde su juventud, en la defensa como Capitán durante las invasión inglesa de 1807 hasta su muerte, en el olvido y en la más completa miseria, en el que tuvo que regalar a su médico personal como pago por sus servicios, su vida la destino para formar un país digno y en libertad, algo que se nos hace difícil ver ante un panorama casi apocalíptico en la política actual.
Tenemos una clase dirigente mediocre e individualista, en ver qué puestito se puede acomodar. En los últimos años, la política fue como un trampolín para oportunistas que se arrimaban con fines lucrativos y perdimos esa visión comunitaria de lograr objetivos como Nación y para el bien común. Los motivos que desencadenaron en esta tragedia griega y que vamos encaminados a lo grotesco y desesperante a nivel de un cambalache dantesco
La mezquindad de la política actual que ya se hizo un hábito en estos tiempos, solo nos queda corregir ese camino y volver al legado que el General Manuel Belgrano nos dejo con su ejemplo. Las personas mueren, pero sus obras y acciones, continúan perdurando en el tiempo.