Las letras con nos interpelan y nos invitan a pensar
Por Ares Martin
Para los que somos amantes del heavy metal, una de las bandas que aporto el metal argento fue Malón. Uno de sus clásicos fue el tema “Fábula del Avestruz y el Jabalí” y que iba dedicado a su ex compañero de Hermética, Ricardo Iorio, y al manager de esa banda.
Si bien, no tengo por objetivo en esta nota analizar la letra de esta canción, sino hacer una suerte de comparación con el “Superministro” Sergio Massa y el “Presidente decorativo” de Alberto Fernandez.
“Cortando clavos por un sendero, va corriendo un avestruz. Mete el cogote en un agujero, hasta que paso la cabrón. No pierde el tiempo en discutir, prefiere siempre huir. Su estrategia es parlotear con soltura y propiedad”: Desde que Massa asumió el Ministerio de Economía de la Nación Argentina, en reemplazó de Silvina Batakis, se mostró como un “piloto de tormentas” pero sus promesas hicieron “agua” a medida que pasaba el tiempo.
Prometió desacelerar la inflación y lograr una estabilidad macroeconómica y fiscal; pero no solo no pudo controlar los precios (cuya inflación no baja del 7 por ciento en cada mes) sino que además hizo un plan de ajuste en el transporte público y en las jubilaciones y pensiones con el fin de cumplir con los pagos que pretende el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El candidato a Presidente de la Nación por la Unión por la Patria es, como dice este tema de Malón, el avestruz que prefiere evitar las críticas y problemas sociales y en las conferencias se lo ve firme y seguro de que la inflación hay que “disciplinarla” y “plantar objetivos” como una especie de libro de autoayuda económica.
“Cuidando el oro está un jabalí, con su bolsa de chamuyos. Gruñe en la oreja su humilde inocencia, siempre actuando de boludo”. En la letra de esta banda metalera, podemos relacionar el jabalí con el actual presidente de la Nación, Alberto Fernández, mostrando una falsa imagen de “pobre tipo, hace lo que puede” cuando en realidad es uno de los responsables principales de esta fuerte debacle económico. No solo no logro que la pobreza aumentara, sino que pone pretextos insólitos como “Somos la segunda economía que más creció en el mundo después de China” o “El problema de la Argentina es que estamos creciendo mucho y, por ende, cuando el país crece faltan dólares.
Al no mostrar liderazgos en las decisiones centrales y su poca aprobación en su mandato, le bajaron el pulgar desde el kirchnerismo para que sea reelecto.
Cierro con esto: “Que no te engañe con su ilusión, su propuesta es de cartón”.