La poesía, expresada a través de las letras, pero surgidas de la mezcla de los sentimientos y la lógica de Karen Ponce

Tres poesías, para pensarlas con las emociones
Por Gisel Lorca

KAREN PONCE es Profesora de Lengua y Literatura, oriunda de la ciudad de Mercedes interior de buenos aires, su pulsión la motiva a exponer en la poesía, un sentir y vivir en un mundo complejo, aturdidor, con amor y sombras, con alegrías pasajeras y tristezas que acompañan y se alejan. Hoy esta autora nos regala tres hermosas poesías.

El beso de la muerte

Esta mas cerca de vivir
que de morir
Se escabulle entre las sombras
que un intenso rio guarda.

El beso de la muerte
Me avisa por si me ha quedado
alguna duda
Llega a sofocar los intentos fallidos
Viene a despedazarme sin piedad
Y redimirme.

Es húmedo y frio
Es intenso en una tarde grisácea
Es poder verlo todo
Aun teniendo los ojos cerrados.

Es cálido y frio
Ma salva, me conmueve
Me invita a dormir
Y a resurgir.

La música

Hoy me encuentro en un paisaje
ensordecedor, la gente va y viene, conversa
con el de al lado, se rien entre ellos. Y yo,
yo con los auriculares puestos, buscando
donde esconderme de tanta prisa urbana,
de los vehiculos que pasan a mas de ciento
setenta por hora.

Busco que la música penetre tanto en
mis oídos que me escabulla y aleje
de un retorcido mundo despiadado y
descontrolado socialmente.

Canciones de Charly o Espinetta recobran
vida en un sin fin de transeúntes dispuestos
a comenzar su rutina una y otra vez, día
tras día. Que el trabajo, que la casa, que la
familia, que la universidad, que las cosas
que les faltan por hacer, y asi puede seguir la
lista.

La música es la escusa perfecta para no
pensar en la rutina, para dejar de ser, solo por
un momento, el imperfecto humano repleto
de miedos, de fracasos, de lagrimas en sus
ojos, en abundancia, al que nadie puede
rescatar, ni si quiera el mismo.

La estaca
Me clavaron una estaca en el pecho y me
cuesta respirar. Me despojaron como quien
tira lo que no usa.
Tengo el corazón roto en mil pedazos y es
irreversible.

¿Salvarme? nadie puede hacerlo, ni
si quiera yo misma, estoy placida
a unos versos indecisos, cambiantes
y sin destino.

No puedo despegar la lagrima en el
pecho, ni tampoco el sollozo.
Me invade la angustia como los gusanos
a la manzana.

No puedo olvidarme de las cosas
tan fácilmente, no puedo deshacerme
de la oscuridad que me apela.
No puedo entender las cuestiones
del amor, ni quiero entender mas
nada.

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